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Yo no tengo una personalidad, yo soy un cóctel, un conglomerado, una manifestación de personalidades. Soy todo a cada momento y pareciera, en ocasiones, que me llevo la contraria, no es así, sólo es la vivencia de la totalidad comprendida y hecha conciencia dentro de mi historia personal.

Puedo navegar entre el llanto más profundo y la risa más desbordante, pues me dejo vivir entera mis emociones… Ser luna nueva, desaparecida entre tanto desatino dando paso al rocío, ése que nos centra en un nuevo día, imposible esconderse o despistarse. Al nacer nos van marcando el rumbo desde la inconsciencia más exquisita, y en la libertad de las elecciones vamos despojándonos de lo aprendido para ser nosotros mismos. Ese traje estrecho y apretado que no nos deja respirar, lúgubre, antiguo, minúsculo, ridículo, prestado, ególatra…a la vez coraza protectora de nuestras heridas más profundas, se hace indispensable para poder combatir en este agujero… mi traje… mi personalidad.

Decidí hacerme un ropero variado y hermoso, todo lo hermoso que las protecciones pueden llegar a ser, y es por ello que tengo multiplicidad de personalidades, como todos y cada uno, la de fuera, la de dentro, la de con éste, la de con aquel….

Entre barrotes se ve la vida fuera de la realidad. Nunca pude llegar a imaginar que en un segundo, todo se trocara tan distinto. Hace unos años, cuando el mundo giraba en su órbita y yo era capaz de respirar aire fresco sin tener la sensación de que la vida no era nada, paseando por el parque, mirando las margaritas pequeñas que nacen a lo largo de cualquier sendero, despistadas, coquetas, distraídas…hace esos años, yo era otra persona. ¿Qué persona?

Es complicado desdoblarse y a la vez, prendido de las experiencias, lo normal es multiplicarse, ser muchos en uno, sólo para poder comprender las razones que nos vinculan a los hechos, éstas que a veces no son controladas, pues se hallan escondidas detrás de nuestro más alejado inconsciente. Todo móvil existe aunque no lo conozcamos. El impulso de las emociones, basadas en los bocetos que la personalidad utiliza para hacerse tú.

Aquella mañana me desperté con la seguridad de que mi entrevista había sido fructífera, mi talento reconocido de una vez, por ese tipo tan curioso y a la vez tan obsesivo que no me gustaba nada en absoluto. Cómo soy! No me gusta el tipo y quiero que me contrate, me llevo la contraria de nuevo, no me entiendo, pero sigo adelante. Suena el teléfono y llaman de la Compañía “Portadas & Mundos”, contesto, y recibo lentamente la idea, “estás contratada,”, toda llena de palabras variadas, como los canapés de las fiestas de cumpleaños. Que es eso? A la vez vuelvo al presente y le agradezco con mi tono tranquilo y apasionado que siempre gusta, pues me siento merecedora de lo que me otorgan. Incorporación, mañana… Bien!!

La noche fue en duerme vela, sin poder dormir del todo, creyendo no estar dormida, soñando, sin postura reposada, todo normal ante un nuevo reto… Estoy sana… Hago las cosas de costumbre en la mañana antes de salir arreglada y compruebo que tengo una fuerza interior devastadora de puro grande, inmensa, centrada y confiada en mi misma. Me surgen pensamientos del pasado, mis miedos ante lo desconocido, la sensación de no valía, la duda ante lo que puedo aportar, mis complejos, mis ansiedades, mis frustraciones, las preguntas eternas de – estaré haciendo bien y a la vez el sentimiento de querer desaparecer por el miedo.. Todo ello vestido en este momento de seguridad, frescura, maestría y encanto ilimitado, simpatía certera , mirada profunda y sin miedo ninguno.

Llego antes y espero sentada. La señorita de la recepción me parece una pueblerina, y como soy “ tan buena” la dedico unas cuantas maldades de pensamiento, todo ello porque no me ha hecho ni caso y no ha sucumbido a mi excelsa belleza… En fin cuántas personas podemos llegar a ser… La oficina me resulta fría, impersonal y mal decorada, más que nada porque no existe decoración, es todo tan moderno que se han olvidado de darle color y luz…La misma que llevo yo en mis ojos.

Me toca pasar y me veo delante del mismísimo director de la Compañía, conocido por verlo en las revistas una y otra vez como el ilustrador más grande de estos momentos…interesante, famoso, alto, bien vestido…sólo eran ideas preconcebidas, la realidad, era otra… detrás de todo eso, estaba el ser más despiadado, ruin e interesado del universo conocido.

Una sonrisa suave, ensayaba ser honrada, mientras que la mirada se convertía en lejana pluma de ave acariciando la espalda… Cuántas ideas, todas dispares y en sinestesia surgían de mi interior… Repulsión y atracción, bondad y maldad… y yo vestida de pasado y recordando que el tiempo es una línea curva y todos los acontecimientos se están produciendo a la vez… Somos cavernícolas y a la vez los seres más sofisticados y puros del universo. Este pensamiento me hace entender que soy sólo un instante de mi gran existencia y a la vez me ayuda a seguir en esta jungla pasajera, en esta experiencia interestelar que es la vida.

– Señorita, veo su proyecto de carrera en un tono tan realista, que me causa estupor pensar que la han elegido para mi gabinete de abstracto.

– Bueno, era un estudio sobre el realismo y la insatisfacción en el arte…

– Da igual, no se disculpe, hay tan poco talento en el mundo…

Pienso que matarle no estaría nada mal, y me veo dándole explicaciones, como si quedar bien con él fuera lo único que me importara en esta vida y en este momento…

Continuará……pero sólo si estás interesad@

Yox Härem- Narrativa 2008

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